Sobre mí

Artista / Pintora / Muralista / Escultora / Restauradora

Alexandra del Bene nació en Roma, la ciudad eterna, por lo que no importa su edad.

Sus estudios de diseño gráfico y 3D en Hollywood le inspiraron sus primeros pasos en el mundo del arte de regreso a Italia: la restauración de frescos en palacios y casas nobiliarias de Roma, Florencia, Siena y Arezzo, a los que siguieron, guiada por su desbordante imaginación y talento, la realización de trampantojos y reproducción de frescos en palacios y hoteles de lujo en la siempre romántica, campestre y evocadora Toscana, que pueden contemplarse en esta misma página web.

Sus inquietudes personales la conducen a la India donde, después de dedicarse a labores humanitarias, participó durante un año y medio en varios proyectos de restauración y rehabilitación de antiguos monumentos hindúes situados en el estado de Tamil Nadu, antigua Madrás, al sur de la India, región inspirada por el arte, la literatura, la música y la danza.

Quiso el destino que de allí viniera a Sevilla en 2010, donde siente un pálpito, una corazonada, un impulso para seguir creando, y Sevilla se convierte en su musa y Alexandra en su artista. En esta ocasión encuentra primeramente su inspiración en el arte urbano y decora la ciudad con sus murales y trampantojos. Es singularmente conocido el trampantojo en gris de la calle Calatrava proyectando una sombra de una de tantas terrazas como hay en Sevilla. De ahí siguieron la decoración de unas ochenta persianas de bares y locales comerciales que han dado a esos negocios un marchamo de calidad y otro aire. Eso convierte a Alexandra en la principal y más importante pintora de este nuevo arte urbano desconocido hasta ahora con la calidad, arte y dignidad con que ella lo realiza. Por ello puede decirse que cuando los comercios y los bares echan el cierre y la madrugada empieza a clarear, Sevilla se convierte en un museo al aire libre para regalo de los ciudadanos más mañaneros. Pero si no vive en Sevilla no deje de hacer la ronda en esta misma página web.

Empieza a ser popular y otra clase de clientes codicia su arte encargándole la decoración de hoteles y casas particulares que plasma con sus frescos y trampantojos, tan realistas, que confieso que en una ocasión me di un coscorrón.

Inquieta por naturaleza y artista por vocación, emprende otras formas de expresión artística guiada por su imaginación, cuyo resultado son los geniales naipes gigantes de cuatro ases del toreo español cuyos originales volaron a la ciudad de Los Ángeles. Hoy debemos conformarnos con sus reproducciones a menor escala en cartoné y pañuelos de seda.

Mujer sensible, artista, de buen gusto y viviendo en Sevilla, el pellizco del toreo no podía por menos que aparecer en algún momento de su trayectoria artística. A esos cuatro ases del toreo, que en realidad corresponden a los cuatro reyes de la baraja, siguieron otras obras taurinas de indudable mérito e imaginación que esta vez plasma en cinco espléndidos capotes de lidia dedicados a Picasso y a la mitología griega relacionada con el toro (el Toro de Creta y el Minotauro) comentados en su lugar correspondiente.

A sus cuatro naipes le han seguido otros cuatro, esta vez dedicados a las damas, llenos de sensibilidad y dulzura, que tienen como contrapunto a las meninas de Velázquez. La dama de corazones es una niña de gran belleza: la hija que todos desearíamos. Y uno no puede apartar su mirada de esta carta cuyo destino está por escribirse. Las flores en el regazo que divide la carta simbolizan la belleza y la inocencia. La dama de picas representa la femineidad de la niña que empieza a ser mujer. La de trébol refleja la ilusión, la valentía la esperanza de la mujer que mira al infinito. Y por último la dama de diamantes es el contrapunto entre una mujer madura, arriba, y la versión juvenil, abajo. Mírenlos al derecho o al revés. De ambas formas cautivan.

La vida para Alexandra es una continua experiencia del arte que también ha cultivado esculpiendo en acero y en cerámica. Todo interesa a esta prolífica artista que sabe expresarse en diferentes lenguajes artísticos y con diferentes técnicas. No rehúye nada porque el arte rezuma por sus dedos, su mente y su corazón.

Especial comentario requerirían sus cuadros dedicados a Adán y Eva con personajes de rabiosa actualidad por los que nadie diría que ha pasado el tiempo. Todo le gusta: lo clásico y lo excéntrico, lo antiguo y lo moderno, lo actual y lo mítico. Nada escapa a su maestría. Posee la capacidad de dibujar cualquier idea que se proponga.

Su arte ha atraído la atención en otros lugares del mundo y ha podido ser contemplada en Roma, Los Ángeles, Nueva York, Madrid y Costa Rica, donde ha expuesto sus obras en diferentes galerías. Afortunadamente su madurez artística nos garantizará nuevas creaciones de esta personal y querida pintora para los sevillanos que no conoce sus propios límites.

Simpática y acogedora, recibe con gusto a quienes quieran visitarla para conocer su obra en su estudio de Triana. Pocos ratos más agradables se pueden pasar en un día cualquiera.